Ya casi terminamos la primera semana del año nuevo, pero eso no quiere decir que Dios no continúe haciendo cosas nuevas. En realidad, cada día es un nuevo día y Él está esperando por ti para llevarte a lugares nuevos, mostrarte cosas nuevas, llevarte a nuevas personas, pero sobre todo quiere que tú te sientas renovada cada día, que le creas cuando Él dice que a sus ojos tú has sido hecha completamente nueva. No importa lo que pudo haber pasado ayer, qué te dijeron, qué hicieron, o cuánto te dolió. Él, cada día nuevo, te toma en sus brazos y es como si nunca te hubieran dicho esas cosas, nunca te hubieran lastimado, y tus ropas fueran blancas como la nieve gracias a Jesús que lavó todos tus pecados y sana tu corazón para hacerte nueva delante de Él. Tú eres su amada, y su amor por ti nunca se apagará. Dios jamás podría verte con otros ojos que no sean de amor cuando tú vienes a Jesús. Así que acepta hoy su regalo de un nuevo día, una nueva oportunidad de comenzar de nuevo. Él te ama con amor eterno.
Ejercicio:
Yo sé que ya no es Navidad para comprar estrenos, pero si puedes, ve y compra algo nuevo: una blusa, un libro, un cuaderno, un accesorio. No tienes que gastar miles; puede ser algo sencillo y pequeño pero nuevo (y solo si quieres). Préstale atención. Huele su aroma; aún huele a nuevo, no tiene daños, ni manchas, está en perfectas condiciones y nadie nunca lo ha usado, ni lastimado. Así te ve Dios a ti, como nueva cada día cuando lo buscas de todo corazón. Y si crees que hay una mancha, o un daño, no hay nada que Dios no pueda hacer nuevo en ti.
Oración:
Padre, te doy gracias porque delante de ti y gracias a Jesús, yo soy hecha nueva en ti. Gracias porque todo el dolor, las heridas y lo que pudieron haber hablado de mí ha sido borrado y sanado con tu sangre, Cristo. Gracias porque tú haces todo nuevo y tus palabras son verdaderas y dignas de confianza. Tú eres mi Señor y Dios hoy y para siempre, y yo soy tuya.
Lectura: