Aunque estamos en el mundo, no somos del mundo. Esto quiere decir que tenemos que vivir diferente, pensar y hablardiferente. Te habrás dado cuenta de que en los últimos años se han creado tendencias alrededor del egoísmo, inclusoegolatría. Un ejemplo es el amor propio. No digo que amarse y respetarse a uno mismo sea malo, en realidad Dios quiereque tengamos una buena autoestima. Pero el amor propio que el mundo ofrece y el que Dios nos manda a tener es muydiferente.
El mundo dice que se necesitan más personas que se amen a sí mismas. Pero en realidad ya está lleno de ellas. Todosestamos obsesionados con nosotros mismos. Creemos que la vida de los demás, lo que hacen y piensan giran alrededornuestro, cuando en realidad todos estamos muy ocupados pensando en nosotros mismos como para pensar en los demás.Y ese es el problema. Todos estamos llenos de nosotros mismos. Dios lo sabe, el diablo lo sabe y nosotros lo sabemos.Por eso Jesús dijo que debíamos de negarnos a nosotros mismo. No dijo que debíamos de odiarnos, pero sí dijo que nosamaramos los unos a los otros. En ningún momento leemos que Jesús le diga a alguien que se ame más. No es necesarioque nos lo digan porque nacemos amándonos. Nacemos buscando suplir nuestras necesidades, no las de los demás. Piensaen un bebé, un bebe no llora porque quiere que alguien más coma o duerma. El bebé quiere suplir su necesidad, no estápensando en suplir la de nadie más. Conforme el bebé va creciendo y conoce el mundo empieza a desarrollar empatíahacia los demás. Pero siempre va a ser natural para el ser humano pensar en uno mismo primero.
Jesús pide que nos neguemos a nosotros mismos para hacernos libres. En un extremo, el amor propio se convierte enegolatría, en el otro se convierte en odio hacia uno mismo, pero sigue siendo parte de la egolatría. Porque somos esclavosde nosotros mismos, nuestros deseos, impulsos y necesidades. Cuando ponemos el bienestar de los demás por encima delnuestro (en una manera sana), somos libres. Piensa por ejemplo la última vez que quisiste probar algo nuevo, pero te diomiedo el qué dirán. Tal vez querías empezar un negocio nuevo, pero el miedo de lastimar tu ego te detuvo y perdiste laoportunidad de servir a las personas con tu nuevo negocio. Es un ejemplo, pero es algo que es muy común. El estar llenosde nosotros cierra espacios en tu vida para dejar entrar nuevas personas y servirles.
Cuando nos enfocamos en servir a los demás, en escucharlos, prestar una ayuda, ser un amigo, dejamos el egoísmo yempezamos a vivir una vida con mucha más libertad.
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¿Qué piensas de este tema? ¿Alguna vez el estar tan enfocada/o en ti misma te detuvo de servir y ser una bendición paraalguien más?